miércoles, 9 de mayo de 2018

Quién es quién

Sin duda alguna el punto "heavy" (que dirían los más modernos) lo pusieron la enjuiciada mujer de Gisbert y la estheticiénnè, la primera por su absoluto descaro, rayano en la falta de educación, y la segunda por intentar ayudar tanto a sus "antiguos jefes" que incurrió en unas contradicciones casi infantiles (por no llamarlas mentiras que queda feo).
La señora de Gisbert debió entender su presencia allí cual primera actriz en noche de estreno teatral: se mostraba inquieta, altiva (casi desafiante), locuaz y hasta diría que extrañamente "festiva" ... la protagonista absoluta del banquillo. Su declaración también dejó bastantes perlas y no pocas contradicciones: ahora conozco a Coté muy poco, ahora tenemos una estupenda relación; ahora apenas venía por la Clínica, ahora asesoraba a Fréderic en muchos casos (¿muchooooos? ... entonces no iba tan poco ¿no?); ahora mi trabajo SÓLO era estar en la recepción, ahora echaba una "manita" a los doctores con el material y demás (¡¡¡!!!); ahora de bata blanca sólo iba la Dra. Espintfaseva, ahora todo dios tenía bata blanca ... En fin, que para ser la primera actriz no llevaba el papel tan estudiado, y ello a pesar de haber tenido nueve años para prepararlo.
Lo más chusco es que la mujer hasta saludaba con la mano, cual reina en desfile, y se incorporaba un poco de la silla para que se la viese bien, cuando se le pedía a algún testigo que la reconociera ... ¡para remorirse de risa!
Pero si ella ya nos proporcionó bastantes momentos de estupefacción, la testigo "estheticiénè" bordó su papel de secundaria a sueldo de los actores principales. Desde llamarle "Fede" a Gisbert, sostener inicialmente que a Coté no lo había visto por la Clínica para luego afirmar que sí recordaba haberle visto alguna vez que otra, poner y sacar batas  médicas al personal de la Clínica, sostener que ella sólo se dedicaba a su trabajo de esteticista pero luego resultó ser que hizo las veces de "enfermera" para los doctores, incluso liarse sobre los términos en que su jefa se dirigía a Gisbert (doctor o Fréderic), o dejar en evidencia a esa misma jefa reconociendo que sus labores iban más allá de la recepción ... por no olvidar el sublime momento de levantarse haciendo ademán de apartarse la ropa para enseñarles a los presentes su cadera libre de cicatrices ... ¡¡antológico!!
En fin que, si el trasfondo de todo esto no fuese tan sórdido, doloroso y delictivo, sería el perfecto guión de una comedia propia de los años 60 con título de juego infantil: "Quién es quién en la Clínica de los errores".

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