jueves, 12 de abril de 2018

Tercer día de juicio: la VERDAD de las víctimas.

Hoy les tocó el turno a las víctimas. Diecinueve personas pasaron por la Sala 20 de la Audiencia Provincial de Castellón a contar la nefasta experiencia vivida en la Clínica Esthetical Medical Center de Vinarós. En realidad deberían haber sido veintiuna personas, pero uno no apareció, y no es un uno cualquiera ... Esto merece artículo aparte.
Como ya nos ocurrió en Galicia (y nos volverá a ocurrir en el, espero que próximo, juicio de la Audiencia Provincial de A Coruña) escuchar a las víctimas es una experiencia que difícilmente te deja indiferente, todo lo contrario, te remueve las entrañas, una especie de mezcla entre impotencia, rabia y tristeza ... Nunca alcanzaré a entender cómo pueden existir individuos que, con la más absoluta frialdad y movidos por su ambición personal, pueden llegar a causar tanto daño de modo absolutamente cruel e innecesario.
Seguro que a mis compañeros de las Clínicas de Galicia les suena si les digo que hoy se habló de "riesgo de padecer cáncer", "no se debe abandonar el tratamiento", "tratamientos traídos de Inglaterra o EE.UU.", "milagros con células madre" ... etc., y es que la historia se repitió en Vinaróz.
Como la verdad es tozuda y se empeña en salir siempre a la luz, resultó ser que la compañera a la que Coté anunció y hasta ridiculizó sobre que la veríamos en Sala con obesidad mórbida, ni la había tenido nunca ni la tenía ahora, nuestra compañera luce estupendamente bien; de igual modo su madre que según el "doctor dinero" era una fumadora empedernida de dos paquetes diarios, declaró bajo juramento que en su vida había fumado; las tan cacareadas "dos, a lo sumo tres visitas de cortesía que la eminencia (palabras de Gisbert) hizo a la Clinica", resultaron ser muchas, muchas más; y podría seguir destapando mentiras por boca de las declaraciones de las víctimas.
No tuvieron el más mínimo escrúpulo en diagnosticar enfermedades graves a niños pequeños o en quitar grasa del abdomen (al estilo liposucción) con algo de anestesia local, en anunciar más que probables cánceres o intervenir bultos creados por su propia impericia. En fin, antecedentes de estas atrocidades las conocemos bien los del "caso Ferrol".
Hoy a Coté ya no se le veía tan estirado y petulante, ni a su abogada tan centrada, a Gisbert todo le daba igual con tal de estar al lado de su "mentor" aunque sea en la Sala de un Tribunal, aún así el presidente del Tribunal les conminó a que dejarán de poner caras raras y hacer algún aspaviento porque, textual, "entiendo que no les pueda gustar lo que oyen pero eso nos pasa a más y tenemos que guardar la compostura".
Y es que hoy Coté, Gisbert y cía. no tenían motivos de satisfacción, su gran mentira se derrumbaba ante sus ojos como un castillo de naipes, naipes que ya no tienen siquiera quien se los recoja. Reconozco que he tenido la gran suerte de asistir al principio del fin de esta pesadilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario