sábado, 24 de febrero de 2018

Las víctimas (II)

Al margen de la existencia de ese enorme número de ex pacientes "invisibles" a los que me refería en la entrada anterior, hubo algunos que se quedaron en el camino o bien porque fallecieron, y por lo tanto no podrán estar presentes el día (días) que veamos al "doctor dinero" sentado en el banquillo, o bien porque habiendo sido pacientes de él abandonaron la consulta por diferentes motivos, de los que pasaré a hablar seguidamente, mucho antes de su detención y por lo tanto su posibilidad de denuncia prescribió (otra injusticia más puesto que si ellos también fueron víctimas de sus tropelías y no le habían denunciado con anterioridad, por aquello del principio judicial de "non bis idem", deberían poder denunciarle una vez que se enteran de quién no es, pues antes de su detención es evidente que era imposible).
Estos compañeros que abandonaron la consulta mucho antes de su detención lo hicieron fundamentalmente por las siguientes causas:
- No contar con recursos económicos suficientes para costearse los caros "tratamientos" con los que el "doctor dinero" se había comprometido a curarles (ja, ja y ja, ya sabemos ahora lo que valen su palabra y sus tratamientos); es que dejarse todas las semanas durante meses, años, cientos y cientos de euros, miles en muchos casos, está claro que no hay bolsillo que lo resista, por supuesto esta circunstancia hacía que, como él mismo se encargaba de indicarte, vendieses tus propiedades, las hipotecases o pidieses créditos "porque la salud es lo primero, y entre un cáncer y una finca, ya sabes..." (al final ni cáncer por suerte ni finca por desgracia).
- Comprobar que no mejoraban en absoluto de sus padecimientos por lo que, y a pesar de sus amenazas ("vas a empeorar", "si lo dejas luego no vuelvas llorando que puede ser tarde", "cuando te veas postrado en la cama del hospital a mí no me llames", "ojalá te veas en una silla de ruedas" ...), un buen día decidieron no volver.
- Sufrir a causa de sus tratamientos un daño mayor que aquel por el que se acudió a su Clínica, algo que por cierto le valió al "doctor muchos billetes" al menos dos denuncias previas a su detención, en las que ya fue sancionado con multas e indemnizaciones a las personas lesionadas, y donde ya quedaría de manifiesto que era un INTRUSO ... Peeeroooo, si bien multas e indemnizaciones fueron abonadas, el cierre de su Clínica (sentencia del Supremo) JAMÁS se llevó a cabo.
- Alguno hubo también que dejó de acudir porque en el transcurso de uno de sus tratamientos le localizaba una enfermedad de mayor entidad, y no se dejaba embaucar por el "doctor honoris euro" y buscaba una segunda opinión; el problema aquí estribaba en que si él, listo como una ardilla (inteligente no, pero listo un rato largo), se enteraba de quien era el especialista al que se iba a acudir, porque entonces no dudaba en descolgar el teléfono y ponerse en contacto con él/ella y advertirle de que el paciente que iba a tratar era remitido por él, aprovechando para exponerle su extenso y laureado curriculum, algo que a veces colaba y a veces no, pero que sin duda no obtuvo la respuesta que debiera por parte de los auténticos médicos (es decir, interesarse por la autenticidad de este individuo y proceder a la denuncia ante el Colegio de Médicos) ... en fin, ya sabemos cómo van las cosas en este país, somos muy dados al "laissez faire, laissez passer" (dejar que las cosas pasen sin inmiscuirte) y así nos fue, y así todavía nos va.

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